Se ha meado en las camas en el sofá sobre el edredón incluso en una cama enfundada con plástico. He optado por no permitirle el acceso a las habitaciones sin supervisión. Cuando noto que tiene ganas de orinar, simplemente me acerco al arenero, me sigue y entonces orina (no siempre ocurre así).Si no estoy en casa no hay ningún problema. Alguna vez me ha llegado a despertar por la noche ya que se pone a rascar la puerta. No tiene problemas físicos. ¿Puede influir el hecho de que esté en celo aunque no sea orina de marcaje?.
cástralo, cuánto más tardes en hacerlo más probabilidades de que no pierda el hábito de orinarse en cualquier sitio.
Sí, tengo que castrarlo pero en este caso su comportamiento no tiene que ver con que esté sin castrar. Las razones por las que un gato mea fuera del arenero son de dos tipos; orgánicas (caso de que tenga alguna infección de orina) o psicológicas/comportamentales (que el arenero esté sucio, que la comida esté cerca del arenero, llamadas de atención por conflictos con algún miembro de la familia, algún cambio de domicilio o de las características del domicilio...). Las meadas por el celo son muy olososas y las realizan levantando la cola y fumigando algún objeto o rincón.
En este caso he logrado averiguar que debido al juego que realizaba con el gato apto para un perro pero no para él, se sentía agobiado, a veces me paso dándole besos o jugando (desde el punto de vista del gato). Si le reñía por el hecho se agrababa la situación.
Es evidente que los gatos como felinos que son han realizado una gran adaptación al integrarse en nuestras vidas, de ser animales solitarios, no sociales, con hábitos nocturno/crepusculares y muy territoriales a animales "sociables" con un lenguaje propio dirigido a nosotros los humanos y hábitos diurnos sin abandonar su parte salvaje y misteriosa.
¡Caso resuelto!.
el hecho de tener el gato sin castrar en casa le genera un estrés que puede derivar en problemas conductuales,incluso orinarse en cualquier sitio.