Esta información pretende ser una guía para los dueños de gatos que han sido diagnosticados de lipidosis hepatica, o se sospecha que pueda ser una complicación de otra patología.
Brevemente, la lipidosis es una causa importante de fallo hepático cuando un gato con sobrepeso pierde peso de manera rápida. Con frecuencia, los dueños no se dan cuenta de que este hecho es peligroso e incluso ven bien que el gato vaya adelgazando. Con el tiempo, el gato finalmente deja de comer y se manifiesta claramente enfermo, momento en el cual la enfermedad ya está avanzada y se precisa un tratamiento agresivo para revertirla. La “buena noticia” es que el índice de recuperación es bueno siempre y cuando la lipidosis hepatica no haya progresado demasiado.
LA PÉRDIDA DE PESO SIN EXPLICACIÓN NUNCA ES BUENA.
DEBE VALORARSE AL GATO ANTES DE QUE SE PONGA CLARAMENTE ENFERMO.
El prototipo de gato que desarrolla lipidosis hepática es un gato de edad media, con obesidad y que pierde un 25% de su peso, que pierde el apetito, y que puede manifestar alteraciones intestinales (un 38% tienen vómitos, diarrea o estreñimiento).
El fallo hepático en el gato: el gato con fallo hepático presenta ictericia, con frecuencia nauseas, no come y, generalmente, está claramente enfermo. La ictericia no suele notarla el dueño pero se puede objetivar examinando la parte blanca de los ojos (escleras) que presentan una coloración amarillenta. Algunas veces el color amarillo no es evidente a simple vista, pero si se realiza un análisis de sangre se objetivará una elevación de la bilirrubina.
Si el nivel de bilirrubina en sangre no está elevado, otro dato que sugiere enfermedad hepática son una elevación de la fosfatasa alcalina. Esta enzima nunca está aumentada en un gato en circunstancias normales, pero hay distintas variantes de la enzima y una elevación de la misma puede deberse a fallo hepático o a otra enfermedad, es decir, no es patognomónico. Sin embargo, una elevación de la fosfatasa alcalina siempre es sugestiva de enfermedad hepática y es preciso realizar un análisis de los niveles de bilirrubina. Otras enzimas que se utilizan para valorar enfermedad hepática son la alanine aminotransferase (ALT) y la aspartate aminotransferase (AST) . La elevación de estas dos enzimas no es tan importante como la fosfatasa alcalina, pero si están elevadas se precisa avanzar en el diagnóstico. En el caso de la lipidosis hepática, la elevación de los niveles de fosfatasa alcalina es muy evidente.
Enfermedad hepática y fallo hepático. Es importante distinguir las pruebas relativas al daño hepático (enzimas) de las relativas a la función hepática (ácidos biliares o bilirrubina). Las transaminasas (enzimas GOT y GPT) normalmente están en el interior de las células hepáticas, cuando se detectan en la sangre, indican daño celular hepático (muerte celular). Un hígado puede estar dañado pero conservar su funcionamiento en general.
Un análisis de la función hepática es distinto. El él, se trata de determinar si el hígado está funcionando (generalmente a través de pruebas bioquímicas). De esta manera se puede determinar si el hígado está realmente enfermo y valorar la indicación de un diagnóstico mediante biopsia. La valoración del tejido hepático mediante biopsia o con punción-aspiración es crucial en el diagnóstico de la enfermedad hepática. Sin una muestra de tejido hepático, todo lo que se puede decir es si el hígado está fallando o no, pero no se puede indicar un tratamiento específico de la causa, aunque siempre es posible un tratamiento general de soporte.
La secuencia típica en el proceso diagnóstico es la siguiente:
-Gato enfermo y visita al veterinario
-El gato puede presentar ictericia típica de enfermedad hepática (el 70% de los gatos con lipidosis tienen ictericia)
-La bioquímica general muestra elevación de la fosfatasa alcalina
-Los ácidos biliares están elevados (si la bilirrubina está aumentada no es preciso el análisis de ácidos biliares)
-La ecografía hepática muestra enfermedad en la totalidad del hígado
-El aspirado o la biopsia demuestra lipidosis hepática
Hígado graso (lipidosis hepática)
Aproximadamente se precisan dos semanas comiendo la mitad o tres cuartas partes de la cantidad de comida normal para desarrollar hígado graso.
El hígado graso es una de las causas más frecuentes de fallo hepático en gatos y es algo intrínseco en el diseño de los gatos. Los gatos evolucionaron como depredadores de pequeños pájaros y roedores, realizando múltiples comidas de pequeña cantidad durante el día. Su fisiología está orientada totalmente como un carnívoro estricto y con la presunción de que se van a mantener en su peso ideal y nunca van a desarrollar grandes depósitos grasos en su cuerpo.
Por supuesto, esto ha cambiado en el gato doméstico. El gato casero moderno tiene muchas posibilidades de engordar y, aunque en principio esto no supone un gran desastre, si el gato deja de comer por cualquier causa es cuando sobreviene el gran problema. En este caso los depósitos grasos se movilizan. Normalmente, en el ayuno, las grasas se trasladas desde los depósitos grasos hasta el hígado para metabolizarse en lipoproteínas, pero el hígado felino no está diseñado para procesar grandes cantidades de grasa. Por ese motivo, la grasa infiltra el tejido hepático y el hígado empieza a fallar. Una circunstancia que complica esta situación es el alto requerimiento de proteínas que es particular en los gatos; la malnutrición proteica se desarrolla rápido cuando los gatos no comen.
Motivos por los cuales un gato deja de comer a priori.
Inicialmente hay una causa por la cual el gato disminuye su ingesta antes de desarrollar la lipidosis. Si hay suerte, dicha causa se soluciona en algunos casos (por ejemplo un gato que estaba perdido y se vuelve a encontrar). Es importante tener presente que aunque la lipidosis pueda tener un pronóstico favorable, la causa subyacente puede requerir tratamiento, y que dicha causa puede no tener un pronóstico tan favorable. La Universidad de Cornell estudió 157 gatos con lipidosis y determinaron la causa primaria:
-28%: enfermedad inflamatoria intestinal
-20%: otra enfermedad hepática añadida (habitualmente colangiohepatitis)
-14%: cáncer
-11%: pancreatitis
-5%: problemas de socialización (un gato nuevo, una casa nueva, sensación de amenaza por parte de otra mascota o de una persona)
-4%: algún tipo de enfermedad respiratoria
-2%: diabetes
Una prueba útil es la determinación en sangre de los niveles de GGT. Normalmente no se eleva en la lipidosis pero puede estar aumentado si hay otro tipo de enfermedad hepática o en la pancreatitis.
Tratamiento
Lo principal en el tratamiento de la lipidosis hepática es el aporte nutricional, de la manera que sea. En otras palabras, se debe administrar una dieta con alto contenido en proteínas para revertir el estado metabólico del ayuno. Si se hace adecuadamente, el índice de recuperación alcanza el 90%.
Administrar alimento
Generalmente, en el momento en que el gato ha desarrollado lipidosis hepática, muchos dueños han tratado de que coman dándoles sus comidas preferidas, sin resultado. Sin embargo, si se ha desarrollado la lipidosis hay que forzar la ingesta como sea, existen varios métodos:
Alimentación forzada
Para algunos gatos la alimentación forzada no es estresante y se puede realizar fácilmente. Para proporcionarle nutrientes, hay que saber cuanta cantidad diaria hay que darle y cómo distribuirla en las distintas comidas. La comida generalmente se le da de lata y con una consistencia como de hamburguesa. Con los dedos se hacen bolitas de unos 2.5 cm de diámetro y se les da al gato como si fueran píldoras. Hay que tener la precaución de dejarle tiempo suficiente para tragar la primera bolita de carne antes de continuar. Se le puede administrar hasta 3 onzas (equivale a unos 85 gramos) de esta manera. Si se resiste o intenta arañar, este método puede resultar demasiado estresante. Hay que tener en cuenta también que con este método gran cantidad de carne se cae y se debe hacer en una superficie que se pueda limpiar fácilmente.
Tubo nasogástrico
La sonda se introduce a través del orificio nasal hasta el estómago para administrar una dieta líquida. La introducción de este tipo de tubo no requiere anestesia y es relativamente fácil de usar. Aunque hay algunos problemas asociados con este método. Por ejemplo, el tubo puede descolocarse debido a zarpazo accidental del gato, requiriendo volver a colocarlo; por ello hay que poner un “collar isabelino”. Por otro lado, sólo puede administrarse una dieta líquida a través del tubo debido a su estrecho diámetro. También el tubo puede salirse si el gato tiene vómitos y desplazarse hacia la boca en lugar de al estómago. Todos estos métodos hacen que el tubo nasogástrico sea la forma menos frecuente de utilización si se requiere durante un período largo de tiempo; sin embargo, son frecuencia esta manera de alimentarlo se usa durante los primeros días ya que es el período en el que hay mayor riesgo de sangrado y el gato es más inestable para soportar una anestesia. Una vez que está estabilizado se pueden usar otro tipo de tubos:
Tubos a través de esofagostomía / faringostomía
Estos tubos son más largos y se sujetan mediante un vendaje alrededor de la incisión en el cuello. La comida debe ser licuada pero no totalmente líquida. Cuanto más amplio es el diámetro del tubo, más fácil es la alimentación y el tubo es más cómodo, pero se requiere anestesia general para introducirlo.
Tubo gástrico
Este tipo de tubo se introduce mediante endoscopia o mediante un aplicador especial llamado aplicador de gastrostomía Eld. El tubo se coloca bajo anestesia general pero es el tubo más cómodo de todos para el gato. Se protege mediante vendaje alrededor del abdomen y se deja colocado durante un mínimo de dos semanas, aunque puede dejarse hasta un año (incluso más, aunque el tratamiento de la lipidosis generalmente necesita de 4 a 6 semanas de alimentación a través de sonda).
HAY QUE ASEGURARSE QUE EL ALIMENTO ADMINISTRADO ES PARA GATOS. UNA DIETA LÍQUIDA PARA HUMANOS PUEDE SER DEFICIENTE EN NUTRIENTES ESPECÍFICOS QUE REQUIERA EL GATO PARA SU RECUPERACIÓN.
Consultar con el veterinario el mejor tipo de dieta con alto contenido proteico para tratar la lipidosis.
Reglas para el tratamiento nutricional independientemente del método usado
-Determinar la cantidad de comida a administrar por día
-El primer día administrar sólo de un tercio a la mitad de la cantidad de los requerimientos calóricos
-El segundo día administrar sólo dos tercios de los requerimientos calóricos
-La sonda debe mantenerse durante unas 4-6 semanas
-La sonda debe limpiarse con agua templada antes de la administración de comida y también al acabar
-La comida debe estar a temperatura templada. La comida fría puede inducir vómitos.
-La comida debe administrarse muy lentamente. Una distensión rápida del estómago puede producir vómitos.
-Nunca debe administrarse medicación por la sonda, aunque se vea un método fácil
-Si el tubo se bloquea, normalmente con agua templada se desatasca
Tratamiento hepático de soporte
Hay diversos tratamientos generales de soporte para la función hepática que pueden administrarse:
-Ursodiol: contribuye a un buen flujo biliar y a prevenir la absorción de productos tóxicos biliares en el tracto digestivo.
-SAMe_ un antioxidante con resultados prometedores en el tratamiento hepático de soporte.
-L-Carnitina: suplemento que contribuye al transporte de las grasas.
-Taurina: aminoácido que ayuda a unir determinados tóxicos derivados de los ácidos biliares para eliminarlos del cuerpo. Normalmente es un aminoácido deficitario en gatos que no han comido adecuadamente, y suplementos de taurina durante 7-10 días es una opción muy adecuada en el gato con lipidosis.
-Antibióticos: mantiene la flora intestinal en límites adecuados.
-Vitamina B12 (cobalamina): se produce un estado carencial de esta vitamina rápidamente cuando hay enfermedad intestinal crónica. Idealmente, debería determinarse el nivel sanguíneo antes de iniciar el tratamiento pero, con frecuencia, debido a que es barata e inocua, se incluye una pauta de inyecciones en el tratamiento. Como regla general, el gato con lipidosis es deficitario en todas las vitaminas del grupo B y se recomienda duplicar la cantidad de suplemento.
-Vitamina K: la mayoría de gatos con lipidosis tienen el sistema de coagulación afectado debido a la incapacidad de reciclar la vitamina K presente en los factores de coagulación sanguíneos.
La anemia es una complicación frecuente en la lipidosis y puede ser causada por el sangrado debido a la disminución de factores de coagulación vitamina K dependientes, por hemólisis debida un aporte inadecuado de fósforo, por precipitación anormal de la hemoglobina en los hematíes (cuerpos de Heinz). La probabilidad de que un gato con lipidosis requiera transfusión es de 1 de cada 4 afectados.
Daño por realimentación
Cuando un gato ha estado en ayuno durante un tiempo y comienza a comer de nuevo, pueden aparecer algunos trastornos metabólicos graves en los primeros días. Al administrar aliento, el páncreas libera insulina en un intento de almacenar las calorías. Por desgracia, la insulina también aumenta los niveles intracelulares de potasio y, en consecuencia, los gatos con lipidosis pueden padecer hipopotasemia. Esta caída repentina del potasio puede manifestarse en el gato como una debilidad extrema (el cuello no se sostiene, actitud apática, retención urinaria o imposibilidad de orinar normalmente, depresión cardíaca, etc…) Además, la insulina aumenta el nivel de fosfato en las células produciendo hipofosfatemia. Los glóbulos rojos pueden no disponer de suficiente fosfato para mantener su propia estructura, produciéndose anemia.
Si el nivel de fósforo en sangre disminuye por debajo de 2.2 mg/dL, se precisa aporte intravenoso. Tras iniciar la elevación del nivel de fósforo, hay que administrar suplemento oral (habitualmente leche de vaca sin lactosa). El gato debe permanecer hospitalizado durante los tres primeros días en una clínica veterinaria tras iniciar el aporte nutricional.
El daño por realimentación se suele evitar comenzando con la mitad del aporte calórico y llegando hasta la cantidad apropiada en unos días. Un nivel bajo de potasio en sangre al inicio del diagnóstico de lipidosis se asocia con un aumento de la mortalidad.
LA SUPERVIVENCIA Y RECUPERACIÓN DE LA LIPIDOSIS HEPÁTICA ES DEL 90% CON UN TRATAMIENTO NUTRICIONAL AGRESIVO. SIN ESTE TIPO DE TRATAMIENTO, LA MAYORÍA DE LOS GATOS FALLECEN.
Mucha gente se resiste a que les coloquen sondas de alimentación e intentan alimentar al gato en casa. No hay margen para probar tratamientos cuando se desarrolla esta enfermedad. La alimentación forzada en casa puede funcionar pero debe tenerse cantidad suficiente de comida apropiada y debe administrarse adecuadamente para una recuperación.
Los gatos en los que el nivel de bilirrubina desciende a la mitad del valor inicial en 7-10 días tienen estadísticamente probabilidad de sobrevivir.
Hay que pensar que la lipidosis hepática raramente ocurre sin motivo aparente. Si hay una enfermedad subyacente, debe también ser tratada.
Traducido de:
THE PET HEALTH LIBRARY
By Wendy C. Brooks, DVM, DipABVP
Educational Director, VeterinaryPartner.com
Date Published: 5/31/2003 7:46:00 PM
Date Reviewed/Revised: 05/16/2004
Más detallado no se puede! 😉 Desde luego que es una enfermedad a la que no me gustaría enfrentarme con solo ver lo duro que es el tratamiento.
He encontrado otro articulo sobre la lipidosis algo menos científico pero que presenta los sintomas de forma simplificada.
La lipidosis hepática
Autor: Royal Canin Página Web: » Royal Canin
La lipidosis hepática felina consiste en la acumulación de grasas en el hígado, en cantidades tan grandes que bloquean el funcionamiento de este órgano. Por esto, esta enfermedad se conoce también con el nombre de "síndrome del hígado graso".
Esta enfermedad ocupa el primer lugar entre las afecciones hepáticas en los Estados Unidos, país que cuenta con la mayor proporción de gatos obesos dentro de la población felina. Se observa sobre todo en gatos de entre 4 y 12 años de edad, con mayor incidencia en los animales esterilizados que en los enteros y preferentemente en machos, es decir, en la población más expuesta al riesgo de obesidad.
En efecto, esta afección aparece cuando un gato obeso deja de alimentarse. Esta anorexia, que ciertos autores asimilan a la anorexia mental encontrada en la especie humana, puede desencadenarse a partir de una situación de estrés: diversas enfermedades, cambio de hábitos o de domicilio, llegada al hogar de un nuevo animal o una nueva persona, y también cambio brusco de alimento.
En efecto, el gato se caracteriza por la peculiaridad de no comer un alimento que no aprecia y, contrariamente al perro, puede dejarse morir de hambre junto a un comedero lleno. Si en la casa hay varios animales, esta anorexia puede pasar desapercibida, tanto más cuanto que el gato conserva su entusiasmo. Incluso a veces, su propietario estará satisfecho de constatar una ligera pérdida de peso. Sin embargo, esta pérdida de peso corresponde a una pérdida no sólo de tejido graso sino también de tejido muscular, dado que la renovación de las proteínas corporales no está compensada por las proteínas ingeridas. Tras algunos días o algunas semanas de anorexia, el hígado deja de funcionar bruscamente y aparecen signos de lipidosis hepática "ictericia y encefalosis hepática (mirada perdida, salivación excesiva)"seguidos al cabo de algunos días de coma y, luego, de la muerte del animal.
Para establecer el diagnóstico de certeza es necesario realizar una biopsia de hígado, dado que estos signos no son específicos sino que corresponden solamente a un bloqueo de la función hepática.
El tratamiento, que debe ser llevado a cabo por un veterinario, es esencialmente de tipo nutricional y consiste en alimentar por la fuerza al animal, mediante una jeringuilla o una sonda nasogástrica, con un alimento líquido específico, hasta que recobre el apetito. Esto ocurre generalmente al cabo de dos o tres semanas. La realimentación, tanto líquida como sólida, debe llevarse a cabo progresivamente, por pequeñas cantidades. El pronóstico es favorable, siempre y cuando la enfermedad sea detectada precozmente y se respeten las reglas terapéuticas mencionadas.
Muy bueno el resumen. Lo otro era bastante técnico pero no quería cortar información... Creo que hay que quedarse con la idea de que el ayuno prolongado no es nada bueno en el gato y es un síntoma de alarma inmediata.
Yo he sabido de algún criador que ha tenido algún caso y es bastante terrible.
Bueno el problema de todas estas enfermedades esque la teoria esta muy bien, pero en la practica es otra historia.
El tema esque algunos gatos la padecen sin haber estado en ayuno, sino que el ayuno viene a consecuencia de que se ha desarrollado la enfermedad,por otro lado el ayuno tambien joroba los riñones por lo que se puede dar un fallo renal agudo,si esto ocurre, se suele poner una dieta renal, por lo que la proteina es baja y cuando nos damos cuenta se ha perdido tanta masa muscular y el higado esta tan jorobado que nos da igual,el pronostico veterinario para detectar este tipo de enfermedades por lo general es bastante tardio,yo los casos que conozco el animal ha muerto.En principio despista la anemia,por lo que se van por otros lares, cuando deciden hacer una eco suele ser tarde ,el gato ya ha dejado de comer,en algunos casos con enfermedades muy avanzadas se ve el higado echo polvo, pero en otros casos solo un poco inflamado al igual que el pancreas, aqui diagnotican una pancreatitis en el mejor de los casos, porque como las proteinas son altas ya del tiron dicen que es PIF.
Por eso yo no soy partidaria de dietas de ningun tipo cuando el gato es diagnosticado de tal o cual enfermedad, y siempre , siempre hay que hacer ecografias, aunque sea una simple enteritis.Los analisis de sangre nos pueden guiar, pero por ejemplo si es el caso de un gato aun joven o cachorro nos dara el higado quiza algo descompensado en algunos casos.
Las dietas de nuestros animales son muy importantes, yo siempre opto por una dieta natural a base de carne compensandola, y sus piensos, pero lo que hay que hacer, cuando no se tiene ningun conocimiento de nutricion, es dar un pienso de alta gama y punto.Puedes dar alguna latita humeda o a veces algo de carne, pero en plan premio, porque la gente hace de su capa un sallo, como se suele decir y luego vienen los problemas.
Hace años cuando yo trabajaba en la tienda me llego un señor con un cachorro que tenia las patas completamente atrofiadas, ese señor se dedico a alimentar al cachorro con higaditos, porque le dijeron que era muy bueno para la vista y el desarrollo, si fue bueno, si,lo tuvo que sacrificar,tenia una hipervitaminosis A irreversible.Igual que casos de gatitos alimentados con pollo hervido y arroz con unas deficiencias de calcio altisimas.Asique cuidado con lo que se les da!
Si hubiera que elegir un sonido universal para la paz, votaría por el ronroneo
Desde luego que hay que tener cuidado con los que les damos.
Muy interesante y currada la información. Gracias.