El peinado

Peinar al Maine Coon debería ser una tarea habitual que tendría que comenzarse cuando el gato aún es pequeño. El cuidado de su pelaje es sencillo, ya que apenas se enmaraña. Esta tarea es importante, porque con ello nos libraremos del pelo muerto, la suciedad y los posibles parásitos.

El cepillo debe ser adecuado al tipo de pelaje, ya que podríamos dañar la piel del gato. El cepillado se debe hacer de forma delicada, centrándose en las axilas y la grupa, esta es una zona propensa a la formación de nudos. Hay que tener cuidado porque en estas zonas la piel es más fina y sensible. Los nudos en el manto pueden acarrear problemas de piel, eczemas, infecciones e incluso ocultar parásitos. Este proceso de cepillado se debe repetir al menos una vez a la semana y en época de muda, (primavera y otoño), cada 2 o 3 días.

El Maine Coon al ser una raza de pelo semilargo, es propenso a producir bolas de pelo que se alojan en su tracto digestivo y produce la típica regurgitación en el gato. Para evitar esto es necesario darle una especie de pasta llamada malta que ayuda a digerir estas bolas de pelo y expulsarlas del estómago.